lunes, 23 de mayo de 2016

Cadáver exquisito (2º de ESO)

¡En 2º de ESO hay talento! Así lo ha demostrado el alumnado en la última actividad de escritura creativa desarrollada en clase de Lengua. ¿La técnica utilizada? El cadáver exquisito. Os cuento el procedimiento:
Han escogido tres libros al azar, seleccionando, también al azar, un breve fragmento o frase de cada uno de ellos. Después, la parte más difícil, pero la más divertida y creativa: han inventado un microrrelato, de temática libre, en el que debía aparecer la selección realizada previamente.
Como ejemplo del buen hacer literario de esta semana, María Moreno Córdoba, alumna de 2ºA, me ha dado su permiso para compartir su texto escrito. Espero que os guste tanto como a mí.
¡¡Gracias a todos por participar!!
Anestesia al corazón
El corazón me late tan fuerte que hasta retumba en mis oídos, llega la hora.
–Es su turno señorita– dice el psicólogo clavándome la mirada con curiosidad.
–Me llamo Amanda Smith, tengo treinta y cuatro años y estoy aquí porque mis amigos pensaron que sería bueno que estuviese en un grupo de apoyo. Sufrí maltrato psicológico y físico durante dos años, hasta que decidí que no volvería a escuchar “eres una inútil” de la boca de mi marido nunca más. Al principio todo funcionaba de maravilla, pero desde que alcohol sustituyó a la sangre de su cuerpo, los te quiero a las siete de la mañana se convirtieron en golpes, y sobre todo, en insultos, tan dañinos como el dolor de una estaca en el pecho. Todo aquello era tan normal en mi vida que llegué a pensar que tenía razón, que era una inútil. Cada mañana me encontraba intentando tapar las heridas con maquillaje, pero no puedes tapar el Sol con un dedo, al igual que es imposible camuflar la realidad con un poco de base o pintalabios. Era una noche como otra cualquiera, en la que el dolor vencía a la felicidad. En ese momento decidí que no volvería a pintarme los labios con mercromina y que no quería volver a poner como excusa una caída por las escaleras, la cual nadie creería. Fue entonces cuando puse una denuncia en su contra y no volví a verlo nunca más. Ese hombre me enseñó que los monstruos ya no viven debajo de la cama, que cuando las rosas van acompañadas de espinas pierden su encanto, que a veces el amor puede ser mucho más terrible que la muerte y que hay personas que se dedican a matar sueños y a desgarrar esperanzas.
–¿Cómo has conseguido volver a ser feliz?– me pregunta el psicólogo.
–Creo que no soy la persona más cualificada de esta sala para contestar a tu pregunta– le respondo.
Ya son las seis, la terapia ha terminado, pero aun así el psicólogo insiste en hablar conmigo.
–Me gustaría hablar contigo un poco más, ya que no te conozco demasiado.
–Conoces mis sentimientos, por supuesto– digo en tono cortante.
–¿Puedo ayudarte de alguna forma?– me pregunta.
–No, a menos que sepas cómo anestesiar el corazón.
*   *   * 
Selección:
  • “El corazón me late tan fuerte que hasta retumba en mis oídos”, Need you, de Estelle Maskame. 
  • “Ya conoces mis sentimientos, por supuesto”, Crepúsculo, de Stephanie Meyer.
  • “Creo que no soy la persona más cualificada de esta sala para contestar a tu pregunta”,  Bajo la misma estrella, de John Green.

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