Solo
un pequeño bulto a punto de nacer. En cuatro meses vendrás la a
vida. Tu llegada lo cambiará todo.
Puedes
tener mi cabello, pero tendrás los ojos de tu madre. Crecerás en su
piel, con una sonrisa sincera como la suya y un hoyuelo bajo la
barbilla. Uñas del tamaño de medio grano de arroz. Párpados que
pronto se abrirán para mostrar al cielo el mar de tus ojos. Un
reflejo esmeralda, también: esperanza. La paz que respiraré cada
vez que te mire, el orgullo de sentir que eres mío. Mejillas
rosadas, pequeñas pecas por la nariz.
Podrás
echarte sobre mí, abrazarme fuerte. Te cogeré. Entonces estarás a
salvo. Pondrás tus pequeños y carnosos dedos alrededor de mi
pulgar. Te sostendré con fuerza, estarás bien. Puedes descansar
conmigo, tirado sobre la fresca hierba. Con tus pequeños pies sobre
mis rodillas.
Tu
madre y yo te llevaremos de paseo. Sentirás la luz del sol en tu
blanco y nuevo rostro. Te llevaré a mi espalda, a la más inhóspita
cumbre. La brisa de la montaña acariciará suavemente tu piel. Te
sentirás en casa. Te dormiré con Wonderwall, de Oasis, te enseñaré
la música, mi música, tal vez te guste. Esperaré pacientemente a
que te duermas, me quedaré mirándote. Te leeré las mejores
historias. Te acompañaré al colegio todos los días,
todos
los años, hasta que seas lo suficientemente mayor para decir que
llegarás tú solo. Te llevaré a los mejors sitios que he visitado,
y descubriremos nuevos juntos. Todo sonará mejor con los latidos de
tu corazón. Iremos a ver partidos de fútbol, veremos en casa. Te
daré todo el cariño que sepa darte, y te cuidaré lo mejor posible.
Serás pequeño, pero para mí, serás lo más grande. Te veré
crecer mientras yo envejezca.
Porque
solo fuiste un pequeño bulto a punto de nacer. En cuatro meses
vendrías a la vida... Tal vez debías quedarte ahí, pero nosotros
todavía no entendemos por qué.
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